jueves, 24 de marzo de 2011

paisaje de la multitud que vomita

Federico GARCÍA LORCA / Poeta en Nueva York/ Fotografías MASPONS+UBIÑA/ Editorial Lumen Barcelona

PAISAJE DE LA MULTITUD QUE VOMITA
(Anochecer de Coney Island)

La mujer gorda venía delante
arrancando las raíces y mojando el pergamino de los tambores;
la mujer gorda
que vuelve del revés los pulpos agonizantes.
La mujer gorda, enemiga de la luna,
corría por las calles y los pisos deshabitados
y dejaba por los rincones pequeñas calaveras de paloma
y levantaba las furias de los banquetes de los siglos últimos
y llamaba al demonio del pan por las colinas del cielo barrido
y filtraba un ansia de luz en las circulaciones subterráneas.
Son los cementerios, lo sé, son los cementerios
y el dolor de las cocinas enterradas bajo la arena,
son los muertos, los faisanes y las manzanas de otra hora
los que nos empujan en la garganta.

Llegaban los rumores de la selva del vómito
con las mujeres vacías, con niños de cera caliente,
con árboles fermentados y camareros incansables
que sirven platos de sol bajo las arpas de la saliva.
Sin remedio, hijo mío, ¡vomita! No hay remedio,.
No es el vómito de los húsares sobre los pechos de la prostituta,
ni el vómito del gato que se tragó una rana por descuido.
Son los muertos que arañan con sus manos de tierra
las puertas de pedernal donde se pudren nublos y postres.

La mujer gorda venía delante
con las gentes de los barcos, de las tabernas y de los jardines.
El vómito agitaba delicadamente sus tambores
entre algunas niñas de sangre
que pedían protección a la luna.
¡Ay de mí! ¡Ay de mí! ¡Ay de mí!
Esta mirada mía fue mía, pero ya no es mía,
esta mirada que tiembla desnuda por el alcohol
y despide barcos increibles
por las anémonas de los muelles.

Me defiendo con esta mirada
que mana de las ondas por donde el alba no se atreve,
yo, poeta sin brazos, perdido
entre la multitud que vomita,
sin caballo efusivo que corte
los espesos musgos de mis sienes.

Pero la mujer gorda seguía delante
y la gente buscaba las farmacias
donde el amargo trópico se fija.
Sólo cuando izaron la bandera y llegaron los primeros canes
la ciudad entera se agolpó en las barandillas del embarcadero.
Federico GARCÍA LORCA


Rebelión (24-o3-2011)

El diario de viaje de Vladimir Maiakovski
Un bolchevique en la corte del Tío Sam


El diario de viaje de Vladimir Maiakovski- el poeta de la Revolución de Octubre- por EEUU en 1925 anticipó la involución del capitalismo americano



Imagen de pesadillla: una manifestación de coches por las calles. De coches sin pasajeros. Suena a argumento de ciencia ficción, pero ocurrió en el verano 1925, en Detroit, cuna de la industria del automóvil, aunque sólo en la imaginación de Vladimir Maiakovski. "Se ven muchos más coches que personas en las calles. La gente entra en las tiendas, las oficinas y las cafeterías, y los automóviles se quedan esperando a sus dueños al lado de la puerta. Están aparcados en filas continuas a ambos lados de la calle. Se juntan como para manifestaciones en unos terrenos vallados especiales donde permiten dejar el coche por 25-35 centavos", escribió un estupefacto Maiakovski en América (Gallo Nero), diario de su viaje a EEUU en 1925, inédito hasta ahora en España.

Donde el gran poeta de la Revolución de Octubre veía una extravagancia urbanística, ahora vemos simplemente un parking. Sí, suena como si Maiakovski fuera un Paco Martínez Soria de la estepa perdido en la gran ciudad capitalista, pero el fundador del futurismo ruso tenía más de visionario sofisticado que de cateto impresionable, a juzgar por las proféticas conclusiones que sacó de su viaje a EEUU.

Visiones del futuro

Leyendo América cualquiera diría que Maiakovski viajó a EEUU en las mismas condiciones que el yanqui decimonónico de la novela de Mark Twain, que viajaba hacia atrás en el tiempo, hasta la corte del rey Arturo, con información privilegiada sobre esa sociedad. En efecto, cuando el poeta revolucionario aterrizó en Nueva York, parecía conocer la deriva que iba a tomar la sociedad capitalista estadounidense en las siguientes décadas.

Anticipó, por ejemplo, el actual debate sobre el cambio climático: "¿Qué tiene el automóvil de especial? Hay muchos: ha llegado el momento de pensar en qué hay que hacer para que no ensucien el aire". También la plaga neoliberal de Reagan y los Chicago Boys: "EEUU se convertirá en un país exclusivamente financiero". Y, cual Nostradamus en racha, hasta la crisis de la hipotecas subprime y el crédito barato que desencadenó la crash financiero que aún colea: "Los EEUU acumulan demasiada grasa, entregan créditos a quien sea (). Ese dinero sale de todas partes, incluso de la cartera poco poblada de los trabajadores estadounidenses. Los bancos hacen una publicidad muy agresiva de depósitos para obreros. Poco a poco, esos depósitos crean la convicción de que hay que preocuparse por los intereses y no por el trabajo".

El poeta, en el apogeo de su popularidad, partió de Moscú en julio de 1925 rumbo a EEUU. Regresó tres meses después. El viaje incluyó 18 días de navegación y escalas en lugares tan variopintos como Gijón, La Habana, Veracruz, Ciudad de México, Nueva York, Chicago y Detroit.

Lucha de clases oceánica

Maiakovski no esperó a pisar tierra firme para empezar a escribir. Los ecos de la Revolución de Octubre resonaron en su cabeza en mitad del océano, a bordo del vapor Espagne, a juzgar por su interés en analizar la división en clases del pasaje. "Cientos de ventiladores giraban sobre sus ejes, agitaban y meneaban las cabezas rítmicamente, abanicando a la primera clase. Ahora la tercera clase odiaba a la primera también por el hecho de que esta se encontraba a un grado menos de temperatura".

Y resumió de un modo peculiar los beneficios de clase en caso de turbulencias en función de su ubicación en el barco: "La primera clase vomita donde le da la gana; la segunda, sobre la tercera y la tercera, sobre sí misma".

Durante su estancia en México, donde fue recibido por Diego Rivera, asistió a una corrida. "Lo único que lamentaba era que no fuese posible instalar ametralladoras entre los cuernos de los toros y enseñarles a disparar", escribió.

Su gusto por el detalle poético cotidiano quedó plasmada a su paso por La Habana, donde "nos dieron alimentos que no conocía: una fruta llamada mango, una parodia del plátano, con un hueso grande y peludo". También en el viaje nocturno en tren entre Veracruz y Ciudad de México: "La noche tropical que flotaba alrededor del vagón era increíble. Era una noche azul de ultramar, y los cuerpos negros de las palmeras parecían artistas bohemios de largas melenas".

La fascinación del viajero llegó al paroxismo tras pisar Nueva York, donde el gurú soviético de las vanguardias se rindió a las luces de Broadway. "Aquí hay más luz ahora que de día, porque de día todo es luz y en cambio este camino tiene ahora toda la luz del día y encima contrasta con el fondo negro de la noche. Está la luz de las farolas, la luz de la publicidad con bombillas titilantes, la luz de los escaparates y las ventanas resplandecientes de las tiendas que no cierran nunca, la luz de los focos que iluminan carteles colosales pintados a mano, la luz que se escapa por las puertas de los cines y los teatros, la luz voladora de los automóviles y los trenes elevados, la luz de los trenes subterráneos que pasan rápidamente bajo los pies en las ventanas acristaladas de las aceras, la luz de los letreros publicitarios en el cielo. Luz, luz y más luz", narró en éxtasis visual.

Obreros en cadena

"Tenía una personalidad bastante infantil. El modo en que se extraña al ver tantas luces recuerda al de un niño suelto en una feria. Lo hace con total ingenuidad. Era muy extrovertido y le gustaba hacer cosas como disfrazarse en las fiestas", resume Donatella Iamnuzzi, editora de América.

Pero la cabra tira al monte. Pese a glosar la geometría de la luz, Maiakovski no se dejó cegar por los neones capitalistas. Y utilizó su radar revolucionario para localizar ejemplos de la división por clases en las calles de Nueva York. Apreció que a primera hora de la madrugada sólo paseaban por las aceras "los soldados rasos del gran ejército del trabajo", la "multitud trabajadora", que se "distribuye entre las fábricas de confección de ropa masculina y femenina, los nuevos túneles subterráneos que se están abriendo y la inmensidad de los trabajos portuarios". Un poco más tarde, a las ocho de la mañana, "las calles se llenan con gente más limpia y mejor vestida".

En Detroit, visitó las innovadoras fábricas de Ford que dieron nombre al capitalismo de la época: fordismo. "Allí descubre uno de los secretos del éxito de la industria estadounidense: hacer sentir a los trabajadores que forman parte de algo. Aunque, tras hablar con los obreros, se dio cuenta de que la realidad era otra: jornadas laborales interminables y explotación", razona Iamnuzzi.

"Aterrizan chasis desnudos, como si el vehículo aún no llevara el pantalón. Los obreros colocan los guardabarros. El vehículo avanza al paso de usted hacia los montadores del motor. Las grúas bajan la carrocería. Los neumáticos caen desde el techo formando una fila continua, como unos roscones. Debajo de la cadena hay trabajadores que retocan algo a martillazos... Después de pasar por mil manos, el automóvil cobra su forma definitiva en una de las últimas etapas. Un conductor sube dentro, el coche desciende de la cadena y sale al patio ya por su cuenta", describió al pie de la cadena de montaje. Maiakovskise declaró "impresionado" por el proceso, pero no se dejó embaucar. "A los cuatro de la tarde me quedé en la puerta de la fábrica, observando el turno que salía de trabajar: la gente subía a los tranvías y se dormía al instante, completamente agotada".

El dólar de dos caras

El poeta llegó a un país bajo la Ley Seca. Donde unos veían mafiosos con metralletas, él vio tentáculos del sistema económico. Capitalismo y mafia, dos caras de la misma moneda: el dólar. "Todo lo que hace crecer el dólar es business... La ebriedad estadounidense, la ley seca también es el típico negocio y la típica mojigatería. Todo el mundo vende whisky. Si entras en la taberna más pequeña, ves cartelitos de ocupado en todas las mesas... ¿Adónde mira la policía? Vigila que no estafen a nadie durante el reparto de beneficios".

Nadie mueve una hoja sin que haya dinero en juego. Y detrás de las discusiones triviales, se esconden intenciones perversas: "Si es testigo de un debate ascético sobre la belleza femenina y los participantes se dividen en dos bandos uno apoya a las estadounidenses de pelo corto y el otro, a las de pelo largo, esto no quiere decir que esté delante de unos estetas desinteresados. Ni mucho menos. Los que defienden el pelo largo con uñas y dientes son fabricantes de horquillas que han tendido que reducir la producción debido al corte de pelo, y el que aboga por el pelo corto es el consorcio de los propietarios de peluquerías, ya que la moda del pelo corto para las mujeres ha traído a los peluqueros toda una segunda humanidad de consumidoras". Suena a exageración cómica, pero recuerda a cómo funciona hoy día ese insaciable motor de la política estadounidense llamado lobby. Otra profecía del bolchevique llegado del futuro.

Una mañana cualquiera en Nueva York

La madrugada

"Hay una tormenta, llueve, está oscuro y continuará así hasta el mediodía. Te vistes con luz eléctrica, las calles están iluminadas con luz eléctrica, los edificios brillan con luz eléctrica, mostrando las ranuras de ventanas recortadas con regularidad, como si se tratara de una plantilla para carteles publicitarios. Los edificios y las parpadeantes luces de tráfico, de colores, se duplican, se triplican y se multiplican en la superficie del asfalto".

Los negros

"Abajo se mueve una incesante marea humana. Primero, antes del alba, fluye una masa de color negro berenjena: los negros que realizan los trabajos más duros y lúgubres".

Los blancos

"Más tarde, hacia las siete, empieza el flujo de los blancos. Cientos de miles de ellos se mueven en la misma dirección, hacia sus lugares de trabajo. Solo los impermeabilizados chubasqueros amarillos rugen como incontables samovares y brillan bajo la luz eléctrica, mojados, incapaces de apagarse bajo esta lluvia".

La multitud

"La muchedumbre fluye, llenando los agujeros de las estaciones subterráneas, estrujándose en los pasillos cubiertos de los ferrocarriles elevados, volando en trenes rápidos que casi no hacen paradas".

Fuente:http://www.publico.es/culturas/367543/un-bolchevique-en-la-corte-del-tio-sam

jueves, 17 de marzo de 2011

GABRIEL CELAYA

BIOGRAFÍA

No cojas la cuchara con la mano izquierda.
No pongas los codos en la mesa.
Dobla bien la servilleta.
Eso, para empezar.

Extraiga la raíz cuadrada de tres mil trescientos trece.
¿Dónde está Tanganika? ¿Qué año nació Cervantes?
Le pondré un cero en conducta si habla con su compañero.
Eso, para seguir.

¿Le parece a usted correcto que un ingeniero haga versos?
La cultura es un adorno y el negocio es el negocio.
Si sigues con esa chica te cerraremos las puertas.
Eso, para vivir.

No seas tan loco. Sé educado. Sé correcto.
No bebas. No fumes. No tosas. No respires.
¡Ay, sí, no respirar! Dar el no a todos los nos.
Y descansar: morir.

Gabriel CELAYA


martes, 15 de marzo de 2011

CIEN

Gabriel CELAYA
(2011- Cien años)

A BLAS DE OTERO

Amigo Blas de Otero: Porque sé que tú existes,
y porque el mundo existe, y yo también existo,
porque tú y yo y el mundo nos estamos muriendo,
gastando nuestras vueltas como quien no hace nada,
quiero hablarte y hablarme, dejar hablar al mundo
de este dolor que insiste en todo lo que existe.

Vamos a ver, amigo, si esto puede aguantarse:
El semillero hirviente de un corazón podrido,
los mordiscos chiquitos de las larvas hambrientas,
los días cualesquiera que nos comen por dentro,
la carga de miseria, la experiencia un residuo,
las penas amasadas con lento polvo y llanto.

Nos estamos muriendo por los cuatro costados,
y también por el quinto de un Dios que no entendemos.
Los metales furiosos, los mohos del cansancio,
los ácidos borrachos de amarguras antiguas,
las corrupciones vivas, las penas materiales…
todo esto tú sabes, todo esto y lo otro.

Tú sabes. No perdonas. Estás ardiendo vivo.
La llama que nos duele quería ser un ala.
Tú sabes y tu verso pone el grito en el cielo.
Tú, tan serio, tan hombre, tan de Dios aun si pecas,
sabes también por dentro de una angustia rampante,
de poemas prosaicos, de un amor sublevado.

Nuestra pena es tan vieja que quizá no sea humana:
ese mugido triste del mar abandonado,
ese temblor insomne de un follaje indistinto,
las montañas convulsas, el éter luminoso,
un ave que se ha vuelto invisible en el viento,
viven, dicen y sufren en nuestra propia carne.

Con los cuatro elementos de la sangre, los huesos,
el alma transparente y el yo opaco en su centro,
soy el agua sin forma que cambiando se irisa,
la inercia de la tierra sin memoria que pesa,
el aire estupefacto que en sí mismo se pierde,
el corazón que insiste tartamudo afirmando.

Soy creciente. Me muero. Soy materia. Palpito.
Soy un dolor antiguo como el mundo que aún dura.
He asumido en mi cuerpo la pasión, el misterio,
la esperanza, el pecado, el recuerdo, el cansancio,
Soy la instancia que elevan hacia un Dios excelente
la materia y el fuego, los latidos arcaicos.

Debo salvarlo todo si he de salvarme entero.
Soy coral, soy muchacha, soy sombra y aire nuevo,
soy el tordo en la zarza, soy la luz en el trino,
soy fuego sin sustancia, soy espacio en el canto,
soy estrella, soy tigre, soy niño y soy diamante
que proclaman y exigen que me haga Dios con ellos.

¡Si fuera yo quien sufre! ¡Si fuera Blas de Otero!
¡Si sólo fuera un hombre pequeñito que muere
sabiendo lo que sabe, pesando lo que pesa!
Mas es el mundo entero quien se exalta en nosotros
y es una vieja historia lo que aquí desemboca.
Ser hombre no es ser hombre. Ser hombre es otra cosa.

Invoco a los amantes, los mártires, los locos
que salen de sí mismos buscándose más altos.
Invoco a los valientes, los héroes, los obreros,
los hombres trabajados que duramente aguantan
y día a día ganan su pan, mas piden vino.
Invoco a los dolidos. Invoco a los ardientes.

Invoco a los que asaltan, hiriéndose, gloriosos,
la justicia exclusiva y el orden calculado,
las rutinas mortales, el bienestar virtuoso,
la condición finita del hombre que en sí acaba,
la consecuencia estricta, los daños absolutos.
Invoco a los que sufren rompiéndose y amando.

Tú también, Blas de Otero, chocas con las fronteras,
con la crueldad del tiempo, con límites absurdos,
con tu ciudad, tus días y un caer gota a gota,
con ese mal tremendo que no te explica nadie.
Irónicos zumbidos de aviones que pasan
y muertos boca arriba que no, no perdonamos.

A veces me parece que no comprendo nada,
ni este asfalto que piso, ni ese anuncio que miro.
Lo real me resulta increíble y remoto.
Hablo aquí y estoy lejos. Soy yo, pero soy otro.
Sonámbulo transcurro sin memoria ni afecto,
desprendido y sin peso, por lúcido ya loco.

Detrás de cada cosa hay otra cosa que es la misma,
idéntica y distinta, real y a un tiempo extraña.
Detrás de cada hombre un espejo repite
los gestos consabidos, mas lejos ya, muy lejos.
Detrás de Blas de Otero, Blas de Otero me mira,
quizá me da la vuelta y viene por mi espalda.

Hace aún pocos días caminábamos juntos
en el frío, en el miedo, en la noche de enero
rasa con sus estrellas declaradas lucientes,
y era raro sentirnos diferentes, andando.
Si tu codo rozaba por azar mi costado,
un temblor me decía: «Ese es otro, un misterio.»

Hablábamos distantes, inútiles, correctos,
distantes y vacíos porque Dios se ocultaba,
distintos en un tiempo y un lugar personales,
en las pisadas huecas, en un mirar furtivo,
en esto con que afirmo: «Yo, tú, él, hoy, mañana»,
en esto que separa y es dolor sin remedio.

Tuvimos aún que andar, cruzar calles vacías,
desfilar ante casas quizá nunca habitadas,
saber que una escalera por sí misma no acaba,
traspasar una puerta lo que es siempre asombroso,
saludar a otro amigo también raro y humano,
esperar que dijeras era un milagro: Dios al fin escuchaba.

Todo el dolor del mundo le atraía a nosotros.
Las iras eran santas; el amor, atrevido;
los árboles, los rayos, la materia, las olas,
salían en el hombre de un penar sin conciencia,
de un seguir por milenios, sin historia, perdidos.
Como quien dice «sí», dije Dios sin pensarlo.

Y vi que era posible vivir, seguir cantando.
Y vi que el mismo abismo de miseria medía
como una boca hambrienta, qué grande es la esperanza.
Con los cuatro elementos, más y menos que hombre,
sentí que era posible salvar el mundo entero,
salvarme en él, salvarlo, ser divino hasta en cuerpo.

Por eso, amigo mío, te recuerdo, llorando;
te recuerdo, riendo; te recuerdo, borracho;
pensando que soy bueno, mordiéndome las uñas,
con este yo enconado que no quiero que exista,
con eso que en ti canta, con eso en que me extingo
y digo derramado: amigo Blas de Otero.

Gabriel CELAYA


Paco IBÁÑEZ // Gabriel CELAYA

viernes, 11 de marzo de 2011

aimez vous mozart?


OUI

dos hombres y un destino

Por si ascaso, ¡viva durruti!

sax o sax


Dani NEL.LO
Sala Muntaner BCN 14 de febrero

lunes, 7 de marzo de 2011

L'armée des ombres



Pronto llegará la libertad
y saldremos de estas sombras,
quiero decir estas sombras,
estas auténticas sombras.

Leonard COHEN

JAVIER EGEA: UNA BIOGRAFÍA

Javier Egea (Granada 1952-1999)
Desde temprana edad —catorce años— se manifiestan sus inquietudes poéticas, ya que con estos años se pueden datar sus primeros versos, y la definición de sus primeras influencias importantes para su poética cabe situarlas, a la vista de su escritura de este momento, a partir de los diecisiete años —F. García Lorca, A. Machado, Rubén Darío, M. Hernández, R. Alberti y los clásicos, principalmente Góngora y Garcilaso. Su primer libro publicado, Serena luz del viento [Universidad de Granada, 1974, Accésit al Premio García Lorca de la Universidad de Granada], recoge estas influencias y en él mantiene un tono amoroso con el soneto como guía en la mayor parte del libro; en su segundo poemario, A boca de parir [Colección Zumaya, Granada, 1976], establece ya una ruptura importante con el anterior ya que introduce, de forma generalizada en el mismo, el metro libre y un fuerte cambio en el tono a lo largo de las tres partes de que se compone. Con Argentina 78 [La Tertulia, Granada, 1983], escrito en 1979 como contrapunto de los fastos del Mundial de fútbol de Argentina frente a la realidad de la dictadura del general Videla, inaugura una poética con un fuerte y original matiz político y militante.
En 1980 viaja al Cabo de Gata, en Almería, y se instala durante unos meses en la Isleta del Moro, en donde, y en paralelo a la lectura de las teorías del profesor Juan Carlos Rodríguez, abandona su gongorino tono de juventud y da carta de naturaleza al movimiento que sería conocido como la “Otra sentimentalidad”, de raíz materialista, bebiendo en las influencias de Althusser y Marx. El resultado será el libro Troppo mare, escrito en 1980 y publicado en 1984. En 1983 da el cierre al movimiento de la “Otra sentimentalidad”, tal como señala el profesor Juan Carlos Rodríguez, tras la escritura, en el año 1981, de Paseo de los tristes. Ambos libros —Troppo mare y Paseo de los tristes—, ante la imposibilidad de publicarlos en editoriales comerciales y convencionales los presenta en el año 1982 a sendos premios —A. González de Lama. de la Diputación de León, y Juan Ramón Jiménez, de la Diputación de Huelva—, obteniendo el primer premio en ambos.
Durante la década de los años ochenta participa activamente en recitales en institutos y universidades, solo o acompañado de otros poetas, actividad ésta de “poeta en la calle” que amplía en los noventa con una serie de montajes poético musicales —junto a Susana Oviedo y el Quinteto Amati— , de textos de Rafael Alberti y Mª Teresa León, M. Hernández, C. Vallejo, B. Brecht, J. Luis Borges… con los que viaja por toda España y la isla de Cuba.
En 1987 comienza la escritura del que será su último libro publicado en vida, Raro de luna, que, en palabras de Juan Antonio Hernández, “llevará hasta uno de sus límites: un enrarecido ambiente onírico, que lo desmarca de la falacia comunicativa, con el que, a la vez, afronta un durísimo análisis de las contradicciones vitales que le acompañan y un enfrentamiento con la construcción vampírica del sujeto”. Esta estancia final la escribirá en paralelo a unas sesiones de psicoanálisis y su tonalidad es sonámbula y de un surrealismo muy controlado. Raro de luna fue publicado por la Ed. Hiperión, de Madrid, en el año 1990.
A partir de esta fecha su vida poética se caracteriza por un distanciamiento de la vida cultural que, tras el triunfo de la opción socialdemócrata en la vida política del país, ha entrado en unos terrenos de comercialización y mercantilismo en los que decide no integrarse. Opción que desembocará, en esta década, en un relativo olvido de su obra. En los años 1992 a 1994 escribió los Sonetos del diente de oro, que, salvo tres publicados en revista poéticas, se mantuvieron inéditos. Fueron publicados, en edición facsímil, póstumamente en el año 2006 por la Asociación granadina ICILE (Investigación y Crítica de la ideología literaria en España).
También preparó en 1997 una antología de su obra escrita entre los años 1970 y 1990 con el título de Soledades. Antología (1970-1990), que iba a prologar el poeta Ángel González. Este proyecto antológico, que no vio realizado en vida, tampoco se ha podido consumar aún tras su muerte.
Algunos de sus poemas están recogidos en numerosas antologías, prácticamente todas de ámbito andaluz o granadino. Sólo dos excepciones, puedo destacar, a esta circunstancia, con su presencia en Canción de canciones [Anaya & Mario Muchnik, Madrid, 1995], antología preparada por Rafael Alberti y Mª Asunción Mateo en la que, en unión de A. Carvajal, son los únicos poetas granadinos de las Nuevas Tendencias que en ella se recogen; y en 2007, con su inclusión en Metalingüísticos y sentimentales [Biblioteca Nueva, Madrid, 2007], antología de Marta Sanz.
Por determinados críticos se le ha pretendido incluir dentro de la nómina de poetas adscritos a la llamada “Poesía de la Experiencia”, si bien su escritura —siempre— se mantuvo alejada de los parámetros y principios de esta línea poética.
En el año 2011 Bartleby editores (Madrid) comenzará a publicar su Obra completa en cuatro volúmenes. Dos para su obra poética y otros tantos para su prosa, en donde resalta la presencia de numerosa obra inédita en el interior de sus páginas.
Un jueves, el 29 de julio de 1999, se quitó la vida en su ciudad natal.

José Luis Alcántara
Fuente: Javier Egea | Arte Fenix

domingo, 6 de marzo de 2011

DerechA / IzquierdA






La derecha suele fijar el calendario de las luchas de la izquierda
Por Marta Harnecker
Fecha de publicación 15-3-2004


1. En el artículo anterior decíamos que una gran parte de la izquierda partidaria, en las últimas décadas, ha tenido muchas dificultades para trabajar con los movimientos sociales y acercarse a los nuevos actores sociales. Esto se ha debido, a mi entender, a varios factores.


2. Mientras la derecha ha demostrado una gran iniciativa política, la izquierda suele estar a la defensiva. Mientras la primera usa su control de las instituciones del estado y de los medios de comunicación de masas, y su influencia económica para imponer el nuevo modelo, servil al capital financiero y a los monopolios, precipitando las privatizaciones, la desregulación laboral y todos los demás aspectos del programa económico neoliberal; la fragmentación social y el fomento del antipartidismo, la izquierda partidaria, en cambio, al limitar el trabajo político casi exclusivamente al uso de la institucionalidad vigente, sometiéndose a las reglas del juego del enemigo, casi nunca lo toma por sorpresa. Se cae en el absurdo de que el calendario de las luchas de la izquierda lo fija la derecha.

3. ¿Cuántas veces no hemos escuchado quejas de la izquierda contra las condiciones adversas en las que tuvo que dar la contienda electoral, luego de constatar que no ha logrado los resultados electorales esperados en las urnas? Sin embargo, esa misma izquierda muy pocas veces denuncia en su campaña electoral las reglas del juego que se le imponen y plantea como parte de esa campaña una propuesta de reforma electoral. Por el contrario, suele ocurrir que en búsqueda de los votos en lugar de hacer una campaña educativa, pedagógica, que sirva para que el pueblo crezca en organización y conciencia utilice las mismas técnicas para vender sus candidatos que las que usan las clases dominantes.

4. Por otra parte, las propias reglas del juego impuestas por las clases dominantes dificultan la unidad de la izquierda y fomentan el personalismo. Obligan en algunos países a trabajar por el propio partido en lugar de por un frente más amplio, porque si eso no se hace ese partido tiende a desaparecer del escenario político.

5. Y esto determina que, en caso de un fracaso electoral, además de la frustración, el desgaste y el endeudamiento productos de la campaña, el esfuerzo electoral no se traduzca en un crecimiento político de quienes fueron receptores y actores, dejando la amarga sensación de que todo ha sido en vano. Muy distinta sería la situación si la campaña se pensase fundamentalmente desde el ángulo pedagógico, usando el espacio electoral para fortalecer la conciencia y la organización popular. Entonces, aunque los resultados en las urnas no fuesen los mejores, el tiempo y los esfuerzos invertidos en la campaña no serían algo perdido.

6. Con razón algunos sostienen que el culto a la institución ha sido el caballo de Troya que el sistema dominante logró introducir en la misma fortaleza de la izquierda transformadora; logrando minarla por dentro.

7. El trabajo de la militancia se delega progresivamente en las personas que detentan cargos públicos y administrativos. El esfuerzo prioritario deja de ser la acción colectiva para convertirse en la acción parlamentaria o en la presencia mediática.

8. La acción militante ha tendido a reducirse a la fecha electoral, pegadas de carteles y algún que otro acto público.

9. Y, lo que es peor aún, el financiamiento de los partidos proviene cada vez más de la participación de sus cuadros en las instituciones del estado: parlamento, gobiernos locales, tribunales de control electoral, etcétera; con todo lo que ello entraña de dependencia y de presiones.

10. La actividad política de la izquierda no puede reducirse a la conquista de las instituciones, debe estar dirigida a cambiar las instituciones para poder transformar la realidad. Debe crear nuevas correlaciones de fuerzas que permitan realizar los cambios requeridos. Debe entender que no puede construir fuerza política sin construir fuerza social.

11. Debe, asimismo, evitar “partidizar” todas las iniciativas y los movimientos sociales con los que se relaciona, por el contrario debe esforzarse por articular sus prácticas en un proyecto político único.

12. Por otra parte, a la izquierda partidaria le ha costado mucho abrirse a las nuevas realidades. Muchas veces se ha mantenido aferrada a esquemas conceptuales que le han impedido apreciar la potencialidad de los nuevos sujetos sociales, centrándo su mirada exclusivamente en los actores que tradicionalmente se movilizaban como los sindicatos, hoy muy debilitados producto de diferentes factores.

13. Por último, una de las mayores dificultades de la izquierda política para trabajar con la izquierda social ha sido la consideración de los movimientos sociales como correas de transmisión del partido. La dirección del movimiento, los cargos en los organismos de dirección, la plataforma de lucha, en fin, todo, se resolvía en las direcciones partidarias y luego se bajaba la línea a seguir por el movimiento social en cuestión, sin que éste pudiese participar en la gestación de ninguno de los asuntos que más le atañían.

14. Sintetizando, para que la izquierda partidaria logre acercarse a la izquierda social, es necesario que se renueve ideológicamente, cambie su cultura política y estilos de trabajo, e incorpore a su arsenal las formas de lucha y de resistencia innovadoras implementadas por la izquierda social.

BIBLIOGRAFÍA DE MARTA HARNECKER SOBRE EL TEMA:
 La izquierda después de Seattle, Siglo XXI España, 2002.
La izquierda en el umbral del Siglo XXI. Haciendo posible lo imposible, Publicado en: México, Siglo XXI Editores, 1999; España, Siglo XXI Editores, 1ª ed., 1999, 2ª ed., 2000 y 3ª ed., 2000; Cuba, Editorial de Ciencias Sociales, 2000; Portugal, Campo das Letras Editores, 2000; Brasil, Paz e Terra, 2000; Italia, Sperling and Küpfer Editori, 2001; Canadá (francés), Lantôt Éditeur, 2001; El Salvador, Instituto de Ciencias Políticas y Administrativas Farabundo Martí, 2001.

aporrea.org

miércoles, 2 de marzo de 2011

EL PODER

El poder se prepara para adoptar a los intelectuales progresistas como a sus clérigos.
Pier Paolo PASOLINI

Estar (o Vivir) en Babia

Babelia y el Poder
Rebelión (02-03-2011)
Palomitas en los ojos


Los suplementos culturales suelen ser como una larga sobremesa con un señor muy sabio, muy vetusto y un pelín aburrido. Uno los lee con una sensación de sopor y de bostezo únicamente reprimida por las ganas de aprender, aunque a veces el cabeceo sea una cosa inevitable… vaya, podríamos decir que es la sección del periódico más confortable, aunque desde luego no la más emocionante. Es por eso sorprendente que una sección como el Babelia del diario El País acabe en bronca y en un golpe seco en la mesa en esa conversación imaginaria que todos tenemos con los periódicos (“¡¡mecagoendiossss!!”), pero así ha ocurrido este fin de semana cuando me he enfrentado a la sección de crítica de arte, la he agarrado las solapas y le he dicho “si tienes huevos esto lo solucionamos en la calle”. Y no es por chulería, ni siquiera por cabreo acumulado, es porque hay cosas que claman al cielo, y chica, a mí ya llegados a este punto no se me pudre nada en la boca… ya que somos la generación pérdida, de perdidos al río. Yendo a lo que nos importa: la crítica a las exposiciones que llevaban este sábado El Babelia no trataba de evaluar el estado del Arte actual sino que intentaba dejar claro quien detenta el Poder hoy en día. De esa cosa que nos pone tan burros y que nos gusta tanto como es el Poder, y de cómo ese motor eterno que dirige nuestra política en su sentido más amplio (es decir, nuestra política económica, pero también sanitaria, educativa, y cultural) justifica su funcionamiento simplemente manteniéndose en marcha. ¿Para qué sirve el Poder? Para demostrar quien tiene poder. ¿Y quién tiene poder?… pues entre otra gente, pero especialmente y según sábado El Babelia, el poder lo detenta alguien como Consuelo Ciscar directora del IVAM (Instituto Valenciano de Arte Moderno), hermana de Cipriano Ciscar (el PSOE valenciano nunca volvió a ser lo mismo) y mujer de Rafael Blasco Castany, siete veces conseller del gobierno valenciano, especialmente bajo los gobiernos del PP del que fue portacoz en las Cortés. Todo este entramado político familiar ha dado como resultado una considerable concentración de poder, que sin embargo no ha sido impedimento para que en su seno creciera un artista, porque como todo el mundo sabe hasta en los peores estercoleros pueden crecer las más bellas flores.

Y aquí llegamos al punto interesante, ese artista es una persona conocida como Rablaci que es un acrónimo de Rafael Blasco Císcar (Valencia, 1987), que actualmente está exponiendo en La Casa de Vacas del Retiro madrileño, y que ha visto su obra reseñada en distintos periódicos a raíz de esta muestra. Lejos de notas como la que publicó “El Levante” titulada “Consuelo Ciscar lanza a su hijo como artista” un periódico de orden como “La Razón” publicaba la reseña Raíces del desarraigo donde decía:

Rablaci explica que ésta «nace de la intención de radiografiar al ser humano contemporáneo, el cual se mueve en plena área de la globalización, donde el desarraigo se acerca a cierto nihilismo nietzschiano», y con ella busca «centrarse en el sentimiento vacío y en la búsqueda de uno mismo» (…) El artista, que tiene 23 años y estudia cuarto curso de la Licenciatura de Bellas Artes, explica que «el hombre tiene como bandera el individualismo, la frivolidad, la superficialidad». «El desarraigo nos sitúa en las antípodas de lo social», continúa, y asegura que «la tecnologización ha forzado una nueva contradicción: cuando parecía que era más fácil la comunicación, más desarraigo se produce». En cuanto a sus influencias, afirma fijarse en «autores como Heidegger, Sartre y Nietzsche».

Oye, bien, Heidegger, Sartre, Nietzsche, Rablaci y Jose María Ansón en un cocktail explosivo de nihilismo informativo y artístico. El chico ya tiene otra hoja para el álbum de recortes de esos que todas las madres quieren tener, además todo muy bien ligado y loado por un tal Miguel Soria. ¿Qué decía El Babelia del sábado?. Primera reacción: “la madre que me parió pero si le ha hecho la reseña el Francisco Calvo Serraller, uno de los historiadores del arte más prestigiosos de Españñññña”. Segunda reacción: “¿A cuántos estudiantes de 4º curso de la Licenciatura de Bellas Artes ha loado Francisco Calvo Serraller?”, pues eso sería cuestión de revisarlo porque yo siempre me lo salto porque no lo entiendo muy bien… pero veamos que dice:

Formado en esa feraz cantera artística valenciana, aunque no sin antes haber pasado por París, Rablaci (Rafael Blasco Císcar, Valencia, 1987) vuelve a exhibir su obra individualmente en Madrid -en 2008 lo hizo en la galería Raquel Ponce- en el espacio de Casa de Vacas del Retiro madrileño. Girando la muestra actual en torno al siempre candente tema del desarraigo, pero interpretado básicamente en una clave naturalista

¿Con “feraz” se refiere a “feroz”?, ¿o será a “veraz”?… me inquieto y busco en la RAE la entrada “feraz” que acaba significando “fértil, copioso de frutos”… ¿no sería mejor utilizar “frutaz” como en “esa frutaz cantera artística valenciana”?… con una “Z” como “Cziscar”… intento continuar leyendo pero me vuelvo inquietar y me imagino un dictado estrambótico: “La zarina Cziscar fructifica los feroces frutales del feraz zobrino de Cipriano Ciszcar”. Uhmmm podría funcionar… continúo leyendo…

Como corresponde a su indagación sobre el desarraigo, Rablaci, física y conceptualmente, se desenvuelve en un territorio de frontera, que entremezcla el mundo rural y urbano, lo vegetal y lo industrial, lo aéreo y lo grávido, sin hurtar en estas evocaciones el trasfondo psicológico y existencial. Rablaci empatiza con el latido poético del land-art, sobre todo, británico, pero también con algunos motivos del chamanismo terapéutico de Beuys y de Fluxus, por no hablar de evidentes acentos locales, que tiene que ver con el paisaje rural valenciano de los naranjales. Con un sentido escénico muy impactante, que alcanza su culminación brillante en los árboles invertidos de tamaño natural, que están revestidos de cadenas o atravesados

Lo del chamanismo terapéutico me-en-can-ta (I-lo-ve-it)… porque quizás con “chamanismo terapéutico” hace referencia a cómo algunos críticos y catedráticos se cargan de palabras mágicas para esconder detrás de ellas a un arte que está completamente vacío y que se ha convertido simplemente una terapia para niños ricos. Lo de entremezclar mundos es quizás homenaje a su padre, “entre lo aéreo y lo grávido”, entre el FRAP y el PP. Eso sí, se ha concluir unánimemente que la utilización de naranjos invertidos y atravesados de cadenas como referencia al “paisaje rural valenciano” es acertadísimo en su reflejo de la situación en la que el gobierno de su padre, el PP, está dejando la Comunidad Valenciana.

Rablaci logra asimismo un efecto muy eficaz con las esculturas de pequeñas casas alineadas, todas ellas también lastradas por un contrapeso físico, que es moral. Es así, parece decirnos, que lo que arraiga contiene en sí la invitación de huir, mientras que lo que expulsa provoca la ansiedad por la tierra.

Oye, también muy bien, no podemos menos que señalar la intención de la obra de Rabalci de hacerse representante de la voz de su generación, la juventud (sean artistas o no). Mi interpretación de las casas de Rablaci y su peso moral:

1. Eres joven y vives en una casa tan pequeña que te invitan a marcharte, a huir.

2. Eres joven, vives en una casa grande pero la compartes con tanta gente que te invita a marcharte, a huir.

3. Eres joven y vives con tus padres porque no tienes un duro, comes bien pero todo te invita a marcharte, a huir.

Yo no sé en cuál de estas situaciones se haya Rablaci, pero habiendo conocido muchos pisos de estudiantes de 4º de Bellas Artes, no me imagino la conversación “Rablaci tío que te has colgado, que hay que pagar la escalera… estas albóndigas que te ha preparado la Chelin están que no se las salta un Conseller”. En fin, todo esto sólo sería pornográfico si esta crítica a la expo de Rablaci no hubiera estado al lado, en la misma página, como en un matrimonio forzado, de otra reseña de otra exposición, la de las fotos de Mira Bernabeú que se exponen ahora en una galería de Claudio Coello, firmada por un indocumentado “J.M.”. Y mira ahí me empezó a hervir la sangre, principalmente por cómo acababa:

Por su parte, las imágenes carecen del más mínimo interés fotográfico, muestran grupos de personas que posan envaradas en forzadas coreografías de una dureza palmaria y, por último, el “discurso teórico” con el que se envuelve la obra destila ingenuidad.

Esta idiota sentencia venía precedida por una crítica en la que por ningún lado y en ningún momento, pero en ninguno oye, se nombra el hecho de que las fotos de la serie llamada “La genealogía de la consciencia” de Mira Bernabeú son retratos de grupos cívicos valencianos que llevan años luchando contra los despropósitos del gobierno del padre del artista loado unas líneas abajo. Unas fotos que con mayor o menor fortuna (reconozco que las fotos con máscaras no son mis preferidas pero las otras son muy potentes) han retratado a gente silenciada por la administración y los medios comunicación valencianos como Canal 9, y que el artista ha tenido el noble propósito de retratar a defensores de barrios, de ecosistemas, a familiares de las víctimas del accidente del metro… claro, claro, pero como no nombra a Heidegger, Sartre, Nietzsche y se dice no sé cosas ingenuas sobre la sociedad civil. Vergüenza señores de El Babelia, vergüenza, se les debería de caer la cara de vergüenza.

Forzada foto de las víctimas del metro.

Foto de un ingenuo magnetofono por el que se decían cosas ingenuas y envaradas.

Pero la cosa no acabó así, sino que fue a peor, y lo del suplemento fue sólo el inicio de una serie de bufidos, exabruptos e insultos… que mi señora me tuvo que coger del brazo del ruido que hacía en la cafetería dándole esos golpes imaginarios que los lectores de periódicos damos con la excusa de ordenarlos, que me decía “Nacho, por Dios, que te pierdes”. Toootal, unas páginas más adelante (ayyy, Santa Paciencia) aparece una noticia sobre la nueva ley de protección del Arte titulada “El sector de las artes plásticas pide algo más que buenas intenciones a Cultura”, donde se entrevista a una serie de directores de instituciones. Manuel Borja-Villell, director del Reina Sofía, cauto dice: “Creo que es necesario, pero no puedo decir nada hasta tener datos concretos”. En la misma línea José Guirao, director de La Casa Encendida afirma: “Es bueno que haya un plan como documento metodológico de futuro. Opinaré cuando se dé a conocer”. Pero ayyy, ayyy, Consuelito Ciscar, madre de Rabalaci, hermana de Ciprinao, mujer de Rafael, otra a la que tampoco se le pudre nada en la boca dice: “Sería importante que estuviéramos todos representados y se funcionara con criterios objetivos. Es injusto que el Macba reciba 200.000 euros frente a los 20.000 del IVAM, por ejemplo.” Chelito, siendo objetivas te digo de corazón que el IVAM (Instituto Valenciano de Arte Moderno) es una de las instituciones museísticas más degradadas de la cultura española, habiendo recibido como recibiste un centro puntero en este ámbito, y que tu sola lo has hundido a base de exposiciones a tu peluquero, a tus amigos, tus galas Telva… ¿de verdad crees que mereces ese dispendio que incluso representa los 20.000 euros?. Lo mejor que le puede pasar a Valencia en este punto es que os quedéis sin dinero, y que seamos la sociedad, esos grupos envarados que retrata Mira Bernabeú, los que montemos nuestras movidas, los que hagamos verbenas o museos de arte contemporáneo. Porque mientras continuéis teniendo pasta seguiremos como hasta ahora: Rablaci loado, y el pueblo valenciano enlodado… en serio, sin rencillas, ¿para cuándo le pedimos a ese artista una gran obra que afee una rotonda a la entrada de Valencia?. Si tiene la bendición de Francisco Calvo Serraller no seré yo quien ponga un “pero”… vergüenza… señores, vergüenza.

Fuente: http://palomitasenlosojos.com/2011/02/21/babelia-y-el-poder/

martes, 1 de marzo de 2011

cura con boina (enamorado)

Epigrama

Me contaron que estabas enamorada de otro
y entonces me fui a mi cuarto
y escribí ese artículo contra el Gobierno
por el que estoy preso.
Ernesto CARDENAL

Sant Andreu blues

Sin conflicto generacional // Baby sing the blues


Ricard GILI
: Arquitecto, 62 años, lider de LA LOCOMOTORA NEGRA. Toda una vida dedicada al JAZZ

Andrea MOTIS
: estudiante, 15 años, trompeta, saxo y voz de la SANT ANDREU JAZZ BAND (big band de jóvenes entre 9 y 18 años). Toda una vida para dedicar al JAZZ