jueves, 29 de septiembre de 2011

Academia (particular)



COLLONS!


La Real Academia de la Lengua también se privatiza
RAE Sociedad Limitada

Libro de notas

Rebelión 29-09-2011

En este artículo se pone en el tapete la cuestión que se está debatiendo en diversos foros al hilo del asunto RAE/Planeta-Soca: que la RAE no puede seguir siendo semipública. O se privatiza completamente y deja de recibir caudal público, o abandona sus conexiones empresariales.


Hace años que estoy suscrito al servicio “La palabra del día” proporcionado por http://www.elcastellano.org/, recibiendo en mi correo electrónico una reseña etimológica siempre curiosa, a la que vienen añadiéndose secciones como la traducción de un latinajo, alguna propina gramatical, etc. Con periodicidad casi diaria, Ricardo Soca remite desde su vivienda en Montevideo, Uruguay, esta postal del lenguaje a más de 200.000 direcciones, un servicio completamente gratuito para el suscriptor.

A más de ello, la página de Soca incluye muchas otras secciones, como un docto consultorio gramatical y una exhaustiva colección de referencias a noticias relacionadas con el mundo lingüístico en los países de habla hispana. Revelaré que, en más de una ocasión, han sido menciones halladas en la web del uruguayo las que me han puesto en la pista de alguna curiosidad del idioma que me permita justificar el folio largo que se vierte mensualmente en esta humilde columna que están ahora leyendo.

Ricardo Soca, periodista, es el propietario, artífice y colaborador único de esa página que lleva la friolera de 15 años (recuerde: usábamos módem a 19Kbps) difundiendo las glorias y sombras de su lengua nativa, en la que esto escribo, movido –hasta donde yo sé- únicamente por el amor a la misma, pues dudo de que la publicidad que aloja dé para mucho más que el coste de servidores y servicios.

Pero eso me da igual: si Soca se está enriqueciendo con la afluencia de visitantes a “La página del idioma español” y las ventas de sus libros y cursos que en ella publicita, mejor para él. Yo, y el común de los internautas, obtenemos de él un servicio y una fuente de información gratuita y fidedigna (que no es poco, y menos esto último). Sépase, en fin, que sus contenidos están considerados entre los más interesantes en este mundillo de quijotescos defensores virtuales del idioma y su labor mencionada, entre otros, por el Instituto Cervantes o la Fundeu.

El caso es que, el Sr. Soca recibió el otro día una comunicación algo petulante, donde un abogado al servicio del grupo editorial Planeta®, que afirma actuar “en nombre y representación de la REAL ACADEMIA ESPAÑOLA®”, le insta a retirar una pieza de su página en la que, con sus propios medios, iba recopilando una comparativa entre las entradas del vigente Diccionario de la Real Academia Española© y las actualizaciones que esta misma institución viene adelantando orientadas a la próxima edición del infolio académico. O eso o que se atuviera a las consecuencias jurídicas derivadas de haber presuntamente contravenido la LSSI , el artículo 270 del Código Penal e incurrir en “Competencia Desleal” (sic) según la Ley 3/1991 (no aclara el jurista en base a qué apartado, ¿revelación de secretos?).

Estoy seguro de que, en caso de culminarse la amenaza, Soca podría esgrimir ante el tribunal el derecho a cita reconocido en el artículo 32.1 de la LSSI :

Es lícita la inclusión en una obra propia de fragmentos de otras ajenas de naturaleza escrita, sonora o audiovisual,[…] siempre que se trate de obras ya divulgadas y su inclusión se realice a título de cita o para su análisis, comentario o juicio crítico. Tal utilización sólo podrá realizarse con fines docentes o de investigación, en la medida justificada por el fin de esa incorporación e indicando la fuente y el nombre del autor de la obra utilizada.

No estoy seguro, claro, de que el juez reconociera este derecho en la labor del uruguayo, y ciertamente éste se “olvidó” de incluir mención explícita a la fuente, tal vez suponiendo que quedaba meridianamente claro que se trataba de extractos del diccionario publicado “en abierto” en las páginas de www.rae.es©. En cualquier caso, nunca lo sabremos pues la sección correspondiente ha sido amputada de elcastellano.org ante el requerimiento antedicho y para no meterse en follones, que pleitos tengas…

(Recuerdo que hace meses, el propio Sr. Soca tuvo un cierto meneo de derechos intelectuales con el blog Supercastellanía que reprodujo parte de su trabajo sin su permiso explícito).

Tampoco voy a pensar, pues carezco de pruebas, que este interés en desvincular las referencias a www.rae.es© desde la página de Soca tenga algo que ver con la posición crítica que el periodista uruguayo mantiene con algunas de las políticas de la Real Academia. Me pregunto si han obrado o piensan obrar de igual forma con wordreference.com, dirae.es, rinconcastellano.com, drae2.es y otros que, a diferencia de las páginas suprimidas que era una compilación “manual” y finita, no realizan más labor que una consulta directa a la web original de la RAE®.

Pero al margen de implicaciones leguleyas, doctores tiene esa iglesia, lo que me deja estupefacto es la afirmación fehaciente, por parte del representante de Planeta®, de que obra de esta guisa bajo poder legal concedido por la Real Academia Española® para la gestión de los derechos de propiedad intelectual de los contenidos web (no de las ediciones en papel, que tendría sentido aunque su ética sea discutible). Cesión de derechos que, intuyo con maldad, lleva aparejada una cifra en moneda de curso legal, que no conozco yo gabinete jurídico que mueva un dedo si no hay un movimiento paralelo en las cuentas corrientes.

Creo que la institución académica debería plantearse su modelo económico e institucional. No se puede servir a dos señores a la vez. O se es una institución pública, sostenida con cargo a los presupuestos estatales (y consecuente auditoría) y cuya labor se desarrolla al servicio de los hablantes y a mayor gloria de la disciplina lingüística y el idioma, o se autorreconoce como una institución privada, con legítimo ánimo de lucro y derecho a contratar con quien le venga en real gana pero, claro, desposeída de su privilegio como autoridad inapelable del idioma.

Porque hay que recordar que la Real Academia Española® goza de capacidad normativa. Esto es, que si ella decide que covarde se ha de escribir con v, que el pronombre de CD ha de anteceder al CI (“lo te dije”) o que “purrismo” es un sustantivo sinónimo de “gofleta”, pues nos lo hemos de comer con patatas, porque lo ha dicho la RAE® y punto.

Y digo yo que el ejercicio de esta autoridad debe hacerse desde una total independencia y transparencia, no ya por el dinero que sustraiga de mis impuestos sino porque de ella depende la calidad de un idioma patrimonio común de 400 millones de hablantes y plasmada en una incalculable riqueza literaria e histórica que es, a su vez, patrimonio de la humanidad, presente y futura.

Y me temo que esto es meridianamente incompatible con la sumisión a los intereses comerciales de capital privado. Que la mujer del césar, además de ser casta tiene que aparentarlo, y a esta señora se le ve demasiado en compañía de amistades “poco recomendables”.

Fuente: http://librodenotas.com/romanpaladino/21132/rae-sl

La versión del Sr. Soca (Lo lamento, pero no tengo la versión de Planeta- RAE )

En Libros y Bitios

Entrevista a R.Soca en Noviembre de 2004

Entrevista del pasado 10/09/11 en El Observador

Reseña en Fundeu Versión caché de una de las páginas suprimidas


RAE Sociedad Limitada

sábado, 24 de septiembre de 2011

Don Antonio Machado: aprendiz


Cuando alguien me preguntó, hace ya muchos años, ¿piensa usted que el poeta debe escribir para el pueblo, o permanecer encerrado en su torre de marfil -era el tópico al uso de aquellos días-, consagrado a una actividad aristocrática, en esferas de la cultura sólo accesibles a una minoría selecta?, yo contesté con estas palabras, que a muchos parecieron un tanto evasivas o ingenuas: "Escribir para el pueblo -decía mi maestro- ¡qué más quisiera yo! Deseoso de escribir para el pueblo es, por de pronto, escribir para el hombre de nuestra raza, de nuestra tierra, de nuestra habla, tres cosas de inagotable contenido que no acabamos nunca de conocer. Y es mucho más, porque escribir para el pueblo nos obliga a rebasar las fronteras de nuestra patria, es escribir también para los hombres de otras razas, de otras tierras y de otras lenguas. Escribir para el pueblo es llamarse Cervantes, en España, Shakespeare, en Inglaterra, Tolstoi, en Rusia. Es el milagro de los genios de la palabra. Tal vez alguno de ellos lo realizó sin haberlo deseado siquiera. Día llegará en que sea la más consciente y suprema aspiración del poeta. En cuanto a mí, mero aprendiz de gay saber, no creo haber pasado de folklorista, aprendiz, a mi modo, de saber popular".

Mi respuesta era la de un español consciente de su hispanidad, que sabe, que necesita saber como en España lo esencialmente aristocrático, en cierto modo, es lo popular. En los primeros meses de la guerra que hoy ensangrenta a España, cuando la contienda no había aún perdido su aspecto de mera guerra civil, yo escribí estas palabras que pretenden justificar mi fe democrática, mi creencia en la superioridad del pueblo sobre las clases privilegiadas.

Antonio MACHADO VALENCIA 10 DE JULIO DE 1937 II CONGRESO DE ESCRITORES PARA LA DEFENSA DE LA CULTURA


Paco IBÁÑEZ canta a MACHADO
www.poetasandaluces.com

miércoles, 21 de septiembre de 2011

La soledad / El silencio

[...]
Hay en algún lugar personas que no soportan ya el silencio
Dejan marcas lo que sea que se sepa
Que pasaron por aquí Otros firman un muro o el hombro de una
[estatua
Hay gentes que de sí mismas no dejan sino la fecha o la inicial de
[un amor
Hay locos que graban en un banco de la noche
La confesión de un crimen
Hay vagabundos que dejan en un árbol
El signo obsceno de sus pasiones

No conocen a sus lectores
Los transeuntes de mirada vacía y aquellos
Que se interrogan
Acerca de un mensaje dejado sobre una puerta
Acerca de una palabra que perdió todo sentido tras
Demoler la cárcel
[...]

Soledad oh grito
De silencio entre mis brazos
[...]

Louis ARAGON / Habitaciones Poema del tiempo que no pasa / Traducción Gabriel ALBIAC

martes, 20 de septiembre de 2011

patria

 
Miré los muros de la patria mía,

si un tiempo fuertes ya desmoronados
de la carrera de la edad cansados
por quien caduca ya su valentía.

Salíme al campo: vi que el sol bebía
los arroyos del hielo desatados,
y del monte quejosos los ganados
que con sombras hurtó su luz al día.

Entré en mi casa: vi que amancillada
de anciana habitación era despojos,
mi báculo más corvo y menos fuerte.

Vencida de la edad sentí mi espada,
y no hallé cosa en que poner los ojos
que no fuese recuerdo de la muerte.
Francisco de QUEVEDO Y VILLEGAS

Modestia


Modestas ideas para las próximas revoluciones
Empecemos por decir que seguramente habrá nuevas revoluciones en el mundo, pues la historia no ha terminado, a pesar de los funestos vaticinios que formuló la derecha...
Alfonso Sastre | Gara 20-09-2011

«Sólo esperábamos para actuar el gesto de indignación que hoy suena por doquier».

Palabras de Robespierre en «La muerte de Danton», de Georg Büchner

Empecemos por decir que seguramente habrá nuevas revoluciones en el mundo, pues la historia no ha terminado, a pesar de los funestos vaticinios que formuló la derecha a raíz de la caída estruendosa de los regímenes del que se llamó «socialismo real»; y ya es cierto que en distintos lugares del mundo se anuncian nuevas y fundadas esperanzas, sobre todo en América Latina, de transformaciones sociales de gran envergadura bajo el signo de un neosocialismo que ha de tener en cuenta las lecciones de la Historia, en la que las revoluciones se han implantado acompañadas siempre de sufrimientos.

Incluso tocando «lo sublime» han pisado con frecuencia el pavimento del horror, y así Kant pudo hablar ante la Revolución Francesa de un sentimiento «rayano en el entusiasmo» y, en el mismo momento histórico, convivir con el funcionamiento inmisericorde de la guillotina. La ejecución de Luis XVI y María Antonieta pudo entenderse como el descabezamiento simbólico de la Monarquía, pero en aquella cesta cayeron también las cabezas de grandes líderes de la misma revolución, como Danton y Robespierre, y 82 colaboradores de éste, que se cuentan entre los padres, a su vez, de aquel Terror. ¿Es que ha de ser así? ¿Las revoluciones han de quedar siempre teñidas de sangre?

No me parece que haya de ser así, y creo que esa idea hay que empezar a combatirla desde ahora mismo. (Yo acepté hace mucho tiempo la de que las revoluciones son inevitablemente «procesos trágicos» y no pueden ser dulces transiciones de la injusticia a la justicia, y ello es por razón de la propia esencia del capitalismo, pero también mantuve ya que esos procesos son tragedias «abiertas» a la justicia, con las que es posible liberarse de la tragedia «cerrada» que es el orden social capitalista, sistema que hasta ahora sólo por la fuerza de las armas deja el poder a los oprimidos por ella.

Eso sigue siendo verdad hoy pero algún día dejará de serlo, y en ese sentido es preciso trabajar en la línea de un neosocialismo defensor de la paz en el mundo: una paz hoy por hoy armada pero ya antimilitarista y al servicio de la propia paz; hoy por hoy aún armada y capaz -por su formación y efectivos materiales y técnicos- de defender las conquistas sociales de las nuevas y más próximas revoluciones, pero desde ya, como digo, antimilitarista.

En fin, ya hoy me parece inconveniente el militarismo presuntamente «bolivariano» que se ha asentado en las filas del Ejército de Venezuela. Desde luego hay que empezar por quitarse bandas de colores, medallas y rituales rígidos y de desfilar con el paso de la oca heredado del militarismo «nazi». Todo eso han de encontrarlo detestable los soldados de las nuevas revoluciones hasta que llegue la feliz jornada futura de su desaparición y su incorporación a las tareas propias de la paz entre los seres humanos, que es la compañera, o quizás la hija mayor, de la justicia.

Me muevo pues, y creo que en el camino apropiado, hacia una revolución de hoy; pero camino tan distante y lejano del militarismo como del pacifismo a ultranza (ghandismo), aunque sé que unas eficaces Fuerzas Armadas serán durante mucho tiempo una institución preciosa en las revoluciones.

Con la noción de paz en la mano y en el corazón -y en compañía de Kant («La paz perpetua»)- me opongo a la de «pacificación», o sea a la noción «romana» de paz (Pax Romana), imperialista, cuyas guerras han ensangrentado con tanta frecuencia el mapa del mundo. (Aún hay gente sedicente de izquierda en Euskal Herria que clama «por la pacificación de Euskadi»; y aunque yo he podido apostar en mis artículos «contra la pacificación de Euskadi», veo que esa ambigüedad sigue existiendo). Y también sigo suscribiendo con entusiasmo la proclama «Ni guerra entre los pueblos ni paz entre las clases», y así mismo rechazo el terrorismo entendido como un uso indiscriminado de la violencia, ante la posibilidad de que determinadas acciones produzcan daños y víctimas «colaterales».

Yo no rechazo, pues, las guerras revolucionarias siempre que ellas sean necesarias y posibles, pero sí he de rechazar, claro, que, como se suele hacer desde el Poder de los ricos, se llame terrorismo a las guerras de liberación de los pobres, y guerras, más o menos «humanitarias», a las acciones terroristas de los ricos. En cuanto a la guillotina, su actividad siempre es injusta, y las revoluciones abolirán en el futuro y en cualquier caso, la pena de muerte.

Los revolucionarios tendrán muy a bien ser virtuosos y la corrupción se contará entre los mayores enemigos del nuevo mundo. Robespierre tenía grandes razones para predicar la virtud en la medida en que la política no es otra cosa que una dimensión muy social de la ética. No seguiremos a Robespierre hasta su fanatismo pero recordaremos de él que pensaba que «es necesario que el vicio sea castigado y que la virtud reine mediante el terror»; ahí lo abandonaremos, al lado del patíbulo. Büchner escribió este diálogo: Danton: «Robespierre, tú eres escandalosamente honesto». Robespierre: «Hay ciertas épocas en las que el vicio es alta traición». Tanto el uno como el otro estaban pisando el territorio peligroso que conducía a las gradas de la guillotina. Ambos eran honestos y ninguno de los dos jugaba al «progresismo», que es uno de los peores males en la realidad de los cambios revolucionarios, pues en él se alimenta la funesta hoguera de lo «políticamente correcto».

En estos últimos tiempos se ha adelantado al primer plano de lo «actual» el tema de la «indignación» ante las injusticias, y yo me he permitido recordar la insigne -e indignada- figura del gran irlandés Johnatan Swift, de quien dice la prologuista en castellano de sus «Irish Tracts» (La cuestión de Irlanda) que su «pasión por la libertad» se alternaba con una actitud de ambigüedad muy coherente, la de la indignación. Así fue que Swift, el más audaz defensor de Irlanda frente a los ingleses, es a su vez su más duro fiscal, y en su relación con ambos pueblos lo domina «una indignación salvaje» que no le impide, sino al contrario, cultivar el humor, como hizo en su obra maestra «Modesto Proyecto» para evitar que los niños de Irlanda sean una molestia para sus padres y para su país, del que ofrecemos aquí esta significativa muestra: «De un niño se pueden sacar dos platos para un banquete entre amigos y si la familia come sola, la pechuga y la pata son suficiente plato, y aderezados con un poco de sal y pimienta y hervidos, pueden estar muy sabrosos al cuarto día, sobre todo en invierno».

Sea válida esta muestra para animar a la práctica del humor entre los revolucionarios de las próximas generaciones, otro ingrediente que no nos ha sobrado hasta hoy y que no puede ser sustituido con malas palabras o con ocasionales chistes como suele hacerse empleando muy mal el vocabulario la mayor parte de las veces. El humor es una respiración del alma y deberíamos cuidarlo como a las niñas de nuestros ojos. Una revolución debe aportarnos también esa alegría y eso debemos tenerlo muy en cuenta, y que al entusiasmo y al optimismo habrá que sentarlos siempre que podamos a nuestras mesas, en las que normalmente ha habido demasiados rostros tristes y mucho énfasis retórico. (El actual alcalde de Donostia merece sin duda nuestro rendido beneplácito a este respecto).

También hemos de traer con nosotros las bellezas de nuestros lenguajes y la precisión -que ya es también belleza- de sus significados. Por ejemplo, no aceptaremos que alguien nos pida que les «vendamos Euskadi» aunque sea un turista con la buena intención de pedirnos que le ponderemos los encantos y virtualidades de este país. Estamos perdidos si dejamos a los mercaderes las palabras. Ensalcemos, pues, la poesía y pongámosla a gran altura. Siempre es tiempo para la poesía.

Modestas ideas para las próximas revoluciones




lunes, 19 de septiembre de 2011

Caronte aguarda

PLUTÓN Y CARONTE

Por mí se va a la ciudad doliente,
por mí se va al eternal dolor,
por mí se va con la perdida gente.

Fue la justicia quien movió a mi autor.
El divino poder se unió al crearme
con el sumo saber y el primo amor.

En edad sólo puede aventajarme
lo eterno, más enteramente duro.
Perded toda esperanza al traspasarme.


Dante ALIGHIERI / Divina Comedia / Canto III / Infierno /Traducción Ángel CRESPO Círculo de Lectores Madrid 2002

Infierno


Discutiendo La Divina Comedia con Dante, por Dai DUDU, Li TIEZY y Zhang AN

"Tu ciudad -él me dijo-, que tan llena
de envidia está que el vaso ha rebozado,
me acogió en otra vida más serena."

Dante ALIGHIERI
/ Divina Comedia / Infierno Canto VI / Traducción de Ángel CRESPO Círculo de Lectores Madrid 2002

Receta

RECETA PARA HACER SONETOS

Tómese una palabra: ejemplo, vasco;
otra distinta luego, sea chisco,
y búsquese, lo mismo que yo busco,
un consonante al primer verso, chasco,

siguiendo de igual modo y sin atasco,
escríbase después un verso en usco
que rime, verbigracia, con pedrusco
y dé lugar al consonante en asco.

Por fin, aunque el sistema sea tosco
y alguien por él me quiera armar un cisco
diciendo que no sé lo que me pesco,

yo puedo contestar con ceño tosco,
sin temer de la crítica el mordisco:
"Hice el soneto, ¡y me quedé tan fresco!"

José CAMPO MORENO (finales del siglo XIX)

domingo, 18 de septiembre de 2011

Sonrisa II

-¿Nombre?
-Jim.
-¿Profesión?
-... Poeta.


Jim MORRISON and THE DOORS / L.A. WOMAN

CREPÚSCULO

J.R.J. CONTEMPLA EL CREPÚSCULO

"Señor, el crepúsculo", anunciaba
Puntual a la tarde la doncella
Entrando en el salón de Mr. Ruskin,
Algún tiempo después de consumido
El té. Y entonces Mr. Ruskin
Iba al jardín.

A J.R.J.

La doncella no anunciaba el crepúsculo
Ni poseía jardín donde observarlo.
Mas iba a los cristales
De su balcón y, corrido el visillo,
Desde allí contemplaba.

El crepúsculo nórdico, lento, exige
A su contemplador una atención asidua,
Velando nuestro fuego originario
(Para Heráclito la sustancia primera),
En un proceso, con celajes y visos
Delicados, cambiantes.

Al fin el ave fabulosa
Partía al hemisferio
Sombroso ahora, tras de sí dejando
De su retorno una costumbre.
Y la noche ancestral le sucedía
No contemplada ya por J.R.J.
Luis CERNUDA

viernes, 16 de septiembre de 2011

Conjura

Somos una conversación.
Hölderlin

La conjura poética contra Javier Egea


Al escribir LA CONJURA DE LOS POETAS no he pretendido entrar en ningún espacio íntimo ni en ninguna propiedad privada, sino en un debate público y publicado.

Un debate que tiene tres planos: antes de la muerte de Egea (Quisquete), después, y un debate que también ha adoptado una forma especial: el intento de una ocultación, de un no-debate (o, para ser más estricto, el intento por decretar un “no ha lugar”, como se dice en el código penal francés).

Este es el sitio del texto denominado “La conjura de los poetas”. En el fondo un debate entre marxismo y posmodernidad.

Y este sitio conlleva los riesgos vivos de este oficio tan peligroso que es el de escribir. El mero intento de decir que estos HECHOS existieron, y existieron de una determinada manera, te puede acarrear reproches graves. Incluso alguien ha mantenido que esta novela no era necesaria, queriendo decir, por tanto, que había que dejar las cosas como estaban. A este respecto aporto un “detalle”: pensaba publicar una nota de agradecimientos, e incluso la redacté. Pero después la quité pensando que no debía perjudicar a nadie. Quiero decir que he tenido la percepción de una cierta clandestinidad en mucha gente y, además, la sensación desde el principio de que escribía sobre el poder.

Partamos de un ENFOQUE DE CÓMO FUNCIONA EL TEXTO: SU ESTRUCTURA FORMAL.- Valga de entrada una cita de Bertolt Brecht, utilizada por Juan Antonio Hernández en su “nota de lectura”:

“Se trata de las cosas, no de los ojos. Si queremos enseñar que hay que ver las cosas de modo distinto, hay que enseñarlo en las cosas. Y no pretendemos sólo que se vean las cosas simplemente de “otro modo”, sino que se vean de un modo bien definido, un modo de ver que es distinto, pero no simplemente distinto de aquel otro, sino concreto, es decir, conforme a las cosas”.

Hay, por tanto, en el texto, en LA CONJURA DE LOS POETAS, una primera “anormalidad”, un primer desorden: la clave no es el punto de vista, la voz narrativa, que tanto preocupan a los narratólogos y críticos en esta vuelta mercantil al XIX novelesco. No existe esa clave como coherencia semántica del texto. La clave son los hechos. O, si se quiere, el punto de vista es el de los hechos.

Al mismo tiempo desaparece la cronología, es más, incluso el tiempo, que se transforma en una llanura, donde de forma circular, en un bucle permanente, se mezcla todo lo ocurrido en 35 años; bueno, lo ocurrido y lo que podría haber ocurrido, las causas y las consecuencias, a veces en orden inverso. Es algo más de lo que contiene la respuesta de Jean-Luc Godard cuando le hablaron de la necesidad del orden clásico basado en la secuencia exposición, nudo y desenlace. Bueno, parece que dijo, quizás sea eso pero no necesariamente en ese orden.

Más bien se trata de lo que dice Althusser en EL PORVENIR ES LARGO, intentando desmontar el “no ha lugar” que había servido, a la vez, para absolverlo y para que desapareciera como persona: un choque de hechos de distintos periodos, para poner en evidencia lo que se intenta decir. Memorias de Althusser que en principio se llamaron LOS HECHOS, a través de cuyo restablecimiento el teórico intentó regresar a la historia, por encima de la mira del orden y por encima de la dicotomía normalidad/enfermedad. Volvía superando el “estado de no responsabilidad”.

LA CONJURA DE LOS POETAS, además, ¿es una biografía?, ¿es una crónica? Hay nombres reales, sí, pero no hay “vidas”, no existen los espacios íntimos ni sicologías privadas. Mucho menos amoríos. No hay morbo: se ha quitado como quien limpia meticulosamente un hueso.

Es el texto de un proyecto ideológico y literario, y también un laberinto de inconscientes, es decir, de contradicciones.

-Hay tres planos de un debate, ya indicados

-Tres protagonistas con nombres reales: Javier Egea, Luis García Montero y Juan Carlos Rodríguez.

-Otros tres que sostienen la visión crítica del relato: Alcántara, Enrique Vázquez y Susana Oviedo.

-Y tres personajes colectivos: El Cabo de Gata (especialmente la Isleta del Moro), La Tertulia (un bar mítico donde se cuece todo) y La Nube (una especie de asesino en serie que simboliza la cadena de suicidios de aquella transición, y cuyo sentido resume una cita de Pablo Palacio). Tras más otro: Granada, esa ciudad bella y durísima.

-La estrategia formal es una marea de conversaciones. Se cita por eso a Hölderlin: “Somos una conversación”.

EL PUNTO DE PARTIDA.- Se localiza en el palacio de La Madraza, en la calle Oficios de Granada. Quisquete, después de su exilio de varios meses en la Isleta del Moro, donde ha ajustado sus sentimientos y su nuevo discurso poético, le entrega unos poemas a Juan Carlos Rodríguez, que se quedó estupefacto. Estaba naciendo TROPPO MARE (título que Juan Carlos Rodríguez extrae de TRABAJAR CANSA, de Pavese), que se publicaría en 1984.

Lo que se dice en La Madraza, desde la estupefacción y un cierto tono de celebración, es que no es poeta mejor o más evolucionado, sino un poeta “otro”, distinto, que ha sabido pasar a la otra orilla, a la orilla de la poesía “otra”, a la orilla de la poesía como palabra ideológica, y de la ideología como inconsciente, y al descubrimiento, desde el dolor, de que el inconsciente no hace otra cosa que producirnos y trabajarnos como explotación y como muerte.

En aquel acto, en el que también interviene Eduardo Castro, entre el público está Enrique Vázquez de Sola que, a partir de ese día, empezará a ser un hombre de dos poetas; es decir, no sólo, como hasta ese momento, de Antonio Carvajal, también del “niño” y de su poesía amplia, de inmensa fuerza, tal como le escribe a Alcántara después de la presentación.

Por aquellas fechas Quisquete conoce una noche en La Tertulia al jovencísimo Luis García Montero, que se le pega como una lapa. Incluso, según se dice, Q. corrige los poemas de “Y ahora serás dueño del Puente de Brooklyn”.

Y en aquel entonces, al par que Quisquete escribe los versos de PASEO DE LOS TRISTES, Luis empieza a componer EL JARDÍN EXTRANJERO, y a teorizar el contenido de la Otra Sentimentalidad.

Pero junto al discurso que Juan Carlos expone en La Madraza, y es preciso decirlo desde el principio, hay otro discurso, “anida” otro discurso, el de la cotidianización del discurso poético, que desembocará a partir del 82 en lo que después, y durante más de un decenio, se va a llamar la poesía de la experiencia, con un líder al frente, que no descansará en la producción de hegemonía experiencial.

Hay, pues, dos discursos, dos poesías. Y hay también dos fechas claves que nos van a ayudar a sintetizar las cosas: 1982 (la socialdemocracia, convertida pronto en social liberalismo, va a intentar ser el fin de la historia, en el terreno de la izquierda) y 1989 (con la caída del Muro se cierra, con una nueva derrota, el paréntesis rojo).

¿POR QUÉ FUE POSIBLE LA POESÍA “OTRA”? ¿POR QUÉ FUERON POSIBLES LA RUPTURA, LA POESÍA DE LA EXPERIENCIA Y LA SOLEDAD FINAL?

La emergencia de la poesía “otra” fue en 1980 y fue en Granada. Y existen una serie de determinaciones: la condensación poética de Granada (la figura tan reciente de Pablo del Águila), el funcionamiento de la célula-agrupación Gramsci, la sublevación de un grupo ante la Transición como una nueva derrota, el asentamiento del capitalismo posmoderno (el capitalismo se hizo vida, y “normalizó” las costumbres y los días)… Y además una larga conversación de Quisquete con Juan Carlos, junto a la lectura de TEORÍA E HISTORIA DE LA PRODUCCIÓN IDEOLÓGICA: LAS PRIMERAS LITERATURAS BURGUESAS. Pero sobre todo una larga conversación, y no precisamente la de Boscán y Navagero, aunque también era una conversación inaugural.

Después todo se vino abajo y se acabaron las reuniones en La Tertulia. Tato Rébora el otro día (fui al bar después de, utilizando una unidad del tiempo tanguera, una ausencia de más de 20 años) me aportó un enfoque del antes y después de La Tertulia. Primero, a partir del 80, como casa de la palabra durante más de dos años De pronto, tras un fundido en negro, y un vacío (más bien un apagón), La Tertulia vuelve a estar llena de gente en el 84, pero otra gente, que apenas habla, que no discute, que se comporta, en consonancia con los nuevos tiempos posmodernos, de manera funcional y sin ninguna extrañeza con respecto al mundo y su forma de funcionar.

Quisquete publica en el 82 PASEO DE LOS TRISTES, y en el 84 TROPPO MARE (escrita antes). Ya no hay reuniones en La Tertulia, y se da por finiquitada la llamada Otra sentimentalidad. Están ocurriendo otras cosas. Aunque Quisquete mantiene su discurso. Un discurso que empieza a aislarlo.

Se inician una serie de procesos históricos e ideológicos. En literatura irrumpe el mercado de manera abrupta. La marca pasa de lo literario a las personas, a los nombres, que se empiezan a convertir en marcas registradas. El mercado controla la distribución y la “norma” literaria. Se empiezan a organizar los líderes de la norma y los grupos, aglutinados en torno al control de premios, publicaciones, críticas y subvenciones. F. González ha dicho que el socialismo es el crecimiento económico. Quisquete, que se declara parcial, absolutamente parcial a la hora de hacer literatura desde el punto de vista de la explotación, habla de Garcilaso y Lenin, y podría haber hablado de Góngora y Marx, en cuya síntesis ha trabajado largo tiempo.

Se producen dos hechos, dos textos, fundacionales para nuestro asunto, en dos fechas determinadas: 1992 y 1996.

En abril de 1992 Luis lee una conferencia, que un año después publicará Hiperión, con el título de ¿POR QUÉ NO SIRVE PARA NADA LA POESÍA?, que lleva como subtítulo “Observaciones en defensa de una poesía para los seres normales”. A partir de entonces el término “normal”, en todas sus variantes, toma carta de naturaleza en la operación poética e ideológica hegemónica: normalización, norma, poesía para las personas normales, incluso se utiliza desde el punto de vista de la dicotomía normal/enfermo.

Dicha conferencia marca las líneas argumentales, los ejes, no sólo de la poesía de la experiencia, sino también del concepto de modernidad. Se trata, en suma, de volver la vista a las personas normales, una vez que a los héroes se les han derretido las alas con el calor del sol de la realidad cotidiana. Se cierra el paréntesis rojo, preñado de violencia, y hay que desandar el camino hasta donde se quedaron las huellas de la Ilustración, en un momento, además, donde resulta ridículo pensar que el mundo puede ser transformado, y es más importante dejar de odiar que los cambios de bandera. No se trata, se verá después, de cambiar de bandera, sino de acabar con todas las banderas, para seguir a la vida en su riqueza y confusa complejidad, que no admite ni consignas ni reduccionismos ideológicos, ni tampoco grandes relatos ni proyectos remotos. Se trata, por tanto, de una poesía de la vida cotidiana desde el punto de vista de un pensamiento ilustrado, o mejor, desde el punto de vista de una lectura ilustrada del romanticismo, en un momento en que, desde esa recuperación del individualismo (vinculado, se dirá después), se necesita diseñar los nuevos pactos de convivencia, basados en una alianza con los valores de la burguesía clásica antes de su radicalismo neoliberal. Por tanto, no se trata de una síntesis entre marxismo e Ilustración, sino de cerrar el paréntesis rojo y conectar otra vez, a la luz de la modernidad, con la Ilustración y sus valores.

En 1996 (y es el segundo hecho al que queríamos aludir), en un tono sociológico, Álvaro Salvador va a caracterizar el desarrollo y la implantación social de la “poesía de la experiencia”. Nos dice en “La experiencia de la poesía” que la normalización se expresa de forma plena en la llamada “poesía de la socialdemocracia” (después atenuado este marbete con la preposición “en”); y explica su producción y consumo:

Poesía en la socialdemocracia también, porque la recepción de “esos discurso poéticos normalizados”, que se han abierto paso en los últimos 15 años hasta convertirse en “norma” hegemónica, tiene mucho que ver con la aparición de ciertos grupos sociales emergentes, nuevas clases medias consolidadas al amparo de la política socialista, que han demandado la producción y el consumo de una cultura, asimismo, “media”, digerible”.

Araceli Iravedra, en POESIA DE LA EXPERIENCIA, documenta que la poesía de la experiencia, vinculada de lleno a la condición posmoderna del fin de las utopías, empieza a ser conocida como “poesía de la socialdemocracia”.

Que conste, en todo caso, que yo no he hecho esta caracterización ni he utilizado por primera vez esta terminología: han sido “ellos”, y singularmente el citado. Lo digo por algunas críticas sufridas en la red, donde me acusan de buscar la limpieza de sangre y la pureza política e ideológica.

Se consolida la normalización, que incluso pretender prolongarse retrospectivamente hasta 1980, absorbiendo por tanto, como poesía de la experiencia, la llamada Otra sentimentalidad. Y en este juego, de consolidación de un consumo comercial de la poesía, desaparece Quisquete.

Un hecho al respecto de esta absorción, muy ilustrativo: en 1995 se plantea la publicación en Seattle, Universidad de Washington, de una antología bilingüe (84 pags.). El título en castellano es LA OTRA SENTIMENTALIDAD y en inglés THE POETRY OF EXPERIENCE; y, claro, sólo aparecen dos poetas. ¿Adivinan sus nombres? En cualquier caso no aparece Javier Egea.

Egea se ha retirado definitivamente de la sociedad literaria. En su diario hay una anotación de abril del 93 donde dicen que sus antiguos compañeros lo han invitado a un acto poético, y uno de ellos, al acompañarlo de regreso a su casa, le ha pedido que, por su interés, vuelva a la sociedad literaria. Y él, analizando el acto, declara estar

“cada día más lejos de esa sociedad literaria traspasada de intereses particulares. Tenían un discurso que recoge una concepción cíclica del tiempo, que ya es reaccionaria: parece que les hubiera entrado a todos una vejez prematura. No quiero saber nada de eso. Pero lo que más me jode es el intento (había entre el público muchos alumnos) de una poética de “señores profesores” que me toca las pelotas. La ideología burguesa sigue haciendo estragos en las mejores cabezas. ¿Perdidos para siempre?”

Existió por tanto el debate de la separación (basta con leer en CONTRA LA SOLEDAD el texto firmado por Benjamín Prado, que llega a decir: “Creo que su bala, en cierto modo, también iba destinada a algunos de nosotros”); existió el debate de la absorción-normalización, como ya se ha visto, y el de la tachadura, el de la utilización del “no ha lugar” (en el mismo libro, publicado dos años y media después del suicidio, dice Luis García Montero: Egea “fue un enfermo”). Como si lo hubiera hecho todo, vida y obra, en el “estado de no responsabilidad” del código penal francés. ¿Para qué más explicaciones? Pero sí, es necesario llegar a comprender las cosas, y como dice Holmes, citado por Juan Antonio Hernández, en el relato El misterio de Marie Rogêt:

“Ya le hice a usted notar que, saliéndose fuera del plan ordinario de las cosas, debe la razón encontrar su camino, o no lo encontrará nunca en la investigación de la verdad, y que en casos como éste lo importante no es decir: “¿Qué hechos son los que se presentan?” Sino: “¿Qué hechos son los que se presentan que no se presentaron antes?”

En fin, Quisquete recorre el tramo de la soledad sin vuelta atrás. Se enfrenta cara a cara con la muerte, desde el orden del caos que supone RARO DE LUNA (alguien dijo en Almería el verano de 2009 que era la expresión de la caída del muro), compone los SONETOS DEL DIENTE DE ORO, como quien en alta mar, de noche, lanza las últimas bengalas que le quedan, y hace una apuesta final, casi a la desesperada, que, si llega el caso, puede meterlo de nuevo en la escritura: una antología que se iba a llamar SOLEDADES, y que llevaría un prólogo de Ángel González. Pero es un proyecto fallido de cabo a rabo, desde el prólogo, que nunca llegó, hasta su boicoteada publicación. En un trozo de papel desgarrado ha escrito: “Los solitarios son esos que le dicen a su amada: me quedo solo, pero no me vendo”. Y un día de finales de julio de 1999 oye su última música. Y termino como termina la novela: El Allegretto de la Séptima sinfonía dura ocho minutos. Y al final, ya se sabe, todas las sinfonías de Beethoven contienen un disparo.

(Este texto se corresponde con la presentación de la novela en Granada, el 25-11-10 en la Asociación de la Prensa).

Rebelion. La conjura contra poética Javier Egea

jueves, 15 de septiembre de 2011

Dedicatoria




Irás por esos campos que tú conoces tanto,
hundiéndote gozoso en la bruma lejana,
y nos habrás dejado un cierto triste encanto
en este cuadro abierto hacia ti en la mañana.

Irás por las acequias, el ruiseñor y el canto
del álamo y su risa, la luz y su ventana.
Abrirán a tu paso el linar y el acanto,
madurará el membrillo, el caqui y la manzana.

Te irás por esos montes donde se acoda el alba,
donde el ocaso enciende su rosa pensativa.
Serás el oro mismo, serás el mismo malva.

Nos llamarás, lejano, desde un secreto vado,
y al prender el silencio su amarga siempreviva,
pensativos y humildes, nos tendrás a tu lado.

Antonio CARVAJAL / Tigres en el jardín / pág. 58 /El Bardo Madrid 1968


domingo, 11 de septiembre de 2011

Soneto


UN SONETO ME MANDA HACER QUEVEDO

Desayunos noticias opiniones
martes lluvias atascos "buenos días"
clases fichas cafés bibliografías
facturas doctorados macarrones

semanas conferencias comisiones
alumnas primaveras guerras trajes
adioses onomásticas viajes
cartas amigos libros vacaciones

y se me van los años y me meto
ya en los últimos versos del soneto
y me alejo de mí en veloz huida

y contemplando tanta nada junta
mi casi medio siglo se pregunta
dónde demonios estará la vida

10-XI-95

D'ORS, Miguel, El misterio de la felicidad. Antología poética
(Ed. Ana Eire), Sevilla: Ed. Renacimiento, 2009, pág. 155

sábado, 3 de septiembre de 2011

Gesto


SONETO V

Escrito está en mi alma vuestro gesto,
y cuanto yo escrebir de vos deseo;
vos sola lo escrebiste, yo lo leo
tan solo, que aun de vos me guardo en esto.

En esto estoy y estaré siempre puesto;
que aunque, no cabe en mí cuanto en vos deseo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.

Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma misma os quiero.

Cuanto tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir y por vos muero.
GARCILASO

Tiranía


La democracia es una forma de gobierno en la que cada cuatro años se cambia de tirano.
Vládimir ILICH ULIÁNOV (LENIN)

viernes, 2 de septiembre de 2011

El problema



Enfrentarse, siempre enfrentarse, es el modo de resolver el problema. ¡Enfrentarse a él!
Joseph CONRAD

Trabajar de poeta


Comprendí que el trabajo del poeta no estaba en la poesía; estaba en la invención de razones para que la poesía fuese admirable.
Jorge Luis BORGES