Troppo mare, de un poeta que amó
a Cuba
Por: LUIS TOLEDO SANDE (cultura@bohemia.co.cu)
Foto: E.C.L.
Especial para BOHEMIA digital
(20 de febrero de 2012)
Nacido en 1952 y muerto trágicamente en 1999, el poeta español Javier Egea sigue siendo uno de los más relevantes de su generación, aunque hoy en su país su obra no sea objeto de la atención editorial que merece. En ello pueden estar influyendo su desaparición física y, a juicio de algunos conocedores del terreno, sectarismos y jadeos, cuando no deserciones, de quienes se asustan por la verticalidad política de su poesía. Pero ella se sostiene por sí misma, gracias a su calidad como expresión artística.
Egea visitó y amó Cuba, y quienes conocen su obra y lo conocieron a él dan fe de su actitud: nunca habría estado entre quienes procuran estar a bien con el mercado y gozar de la correspondiente difusión por parte de los medios capitalistas. Cumpliendo con el espíritu de Egea, los encargados de cuidar su obra —Elena Capetillo Ponce, su compañera cuando él decidió abandonar este mundo, y José Luis Alcántara Sánchez— cedieron a Cuba los derechos para que aquí se editase Troppo mare, uno de los poemarios publicados y premiados en vida del autor. Ahora el público cubano podrá disfrutarlo gracias a la Editorial Arte y Literatura, que acaricia la idea de seguir acogiendo textos del autor andaluz, para que no haya demasiado mar capaz de impedir que sea leído en un país cuya Revolución él admiró de veras.
En el prólogo —que comienza recordando cómo definió Rafael Alberti a Egea: “permanente y arrebatado poeta”— Juan Antonio Hernández García traza una concisa valoración de este cuaderno y de la obra toda de Egea. Entre otros elementos señala que este puso “en práctica, al menos desde el año 1980, aquello que Walter Benjamin exigiera a una posición materialista: ‘peinar la historia a contrapelo’”.
El poemario fue presentado en la Feria por la actriz argentina, y también buena amiga de Cuba, Susana Oviedo, quien reside en España y fue durante años compañera sentimental de Egea; y por el autor de esta nota, quien recordó el momento en que Susana puso en sus manos el original del texto, para que lo trajese de Madrid a La Habana. Ambos se refirieron a las características de Egea y su Troppo mare —título tomado de un verso del italiano Cesare Pavese— y leyeron algunos textos del volumen. El trovador español José María Alfaya interpretó canciones compuestas por él sobre poemas de Egea.
Del autor de Troppo mare son asimismo estos otros poemarios: Serena luz del viento, A boca de parir, Argentina 78, Paseo de los tristes y Sonetos del diente de oro. El libro La otra sentimentalidad (en coautoría con Luis García Montero y Álvaro Salvador) marca desde el título la orientación estética y emocional de su poesía, de su pensamiento.
Da gusto coincidir con Hernández García, quien sostiene que Leer El capital, insertado por el autor como Coda en Troppo mare, es “una de las claves básicas” para comprender la poesía de Egea. He aquí el texto, muy lejos de haber perdido actualidad, vida:
Hipócrita lector, hermano, camarada,
hoy me atrevo a contar tus años y los míos:
mira tanta ceniza
como una herencia gris entre las manos,
mira sangre o asombro tu corazón y el mío tiritando
sobre el extraño hedor de las palabras muertas.
Aventada la vida —sus pavesas—,
es urgente romper hacia otro norte
aun llevando en los pasos
la certeza diaria de la muerte.
Hoy es preciso un alto en la derrota.
¿Acaso en tu costado no latía,
no era la misma cicatriz en todos?
¿Por qué la soledad, cómo la muerte,
sino muérdago en flor de tanto expolio?
Hoy parece imposible aquella historia,
imposible y brutal tanto mar a lo lejos,
rosetta de los muros descifrados,
los raíles brillantes bajo el puente y miguel,
la ciudad adentrada en el estrago
y yo desnudo aquí y en público sangrando
como si nunca nada me hubiera sucedido.
Hoy sólo sé que existo y amanece.
http://www.bohemia.cu/2012/02/20/cultura/feria-troppo-mare.html
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