[ I ]
Pareciérate extraño
que desde aquí te
culpe,
que desde aquí me
ocupe de tu nombre.
Cuando llegue a tu
altura de pedestal mi canto
acaso te preguntes
por qué ese empeño en
denunciarlo todo,
por qué vienen del
Sur, hiriendo, las palabras.
Yo te digo, Videla,
que viven los poetas
con los ojos abiertos
y miran y conocen y
sienten conociendo
y entonces dos
caminos:
Apoyar a la muerte o
defender la vida.
Por eso va mi canto
hacia ti como un grito,
como un puño gigante.
¿Quién eres tú sino la
vida rota,
sino toda la muerte
vestida de payaso?
Javier EGEA / ARGENTINA 78
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