John Dos Passos Manhattan Transfer Prólogo de Max Dickman Traducción del inglés de José Robles Pazos Santiago Rueda Editor Buenos Aires 1941
[...] La primera obra que lanza el nombre de John Dos Passos al gran público es "Manhattan Transfer", novela de nueva y originálisima concepción, en la que el personaje central es la babilónica Nueva York. La aparición de este libro señala el comienzo de una nueva era, en lo que al arte de novelar se refiere. Su autor fue el primero en volcar a manos llenas, en el viejo molde de la novela, todo lo que en ella cabe de la técnica cinematográfica. Sinclair Lewis, el autor de "Babbitt", en un ensayo que dedicó a este libro dijo que era "el panorama del oído, el olor, el ruido y el alma de Nueva York".
El libro abarca alrededor de veinticinco años del crecimiento y la decadencia no solamente de unos cien o más personajes, sino de toda la masa de población, de esos millones que uno adivina palpitando detrás de los principales personajes. Obra que comienza con un vuelo de gaviotas, es un vuelo, una ascensión vertical hacia la conquista material y espiritual de una gigantesca ciudad por una afiebrada generación. La acción, los personajes y los paisajes son el resultado de una sucesión de visiones, de pequeñas historias, que sin estar ligadas, dan la sensación de un todo orgánico, por su arquitectura equilibrada, sobria y limpia como la de los rascacielos.
Esta "rapsodia en azul de la vida contemporánea norteamericana", como se ha dado en llamar a este libro, es, pese a su aspecto aparectemente confuso, una obra prolija como un mosaico de dibujos y arabescos precisos. Libro de intenso "lirismo", es al mismo tiempo, la epopeya de una gran ciudad y la "saga" de una generación, de esa que ha vivido entre los dos momentos culminantes de este siglo: el que precedió y siguió a la gran guerra. Multitud de ex soldados que no hallaron en la contienda las emociones que soñaron. Armados, instruídos, preparados para la lucha mediante una propaganda admirable, volvieron a su patria sin haber tomado, muchos de ellos, parte en ninguna batalla, y lo que es aún peor, encontrándose desplazados en su propio país.
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El libro abarca alrededor de veinticinco años del crecimiento y la decadencia no solamente de unos cien o más personajes, sino de toda la masa de población, de esos millones que uno adivina palpitando detrás de los principales personajes. Obra que comienza con un vuelo de gaviotas, es un vuelo, una ascensión vertical hacia la conquista material y espiritual de una gigantesca ciudad por una afiebrada generación. La acción, los personajes y los paisajes son el resultado de una sucesión de visiones, de pequeñas historias, que sin estar ligadas, dan la sensación de un todo orgánico, por su arquitectura equilibrada, sobria y limpia como la de los rascacielos.
Esta "rapsodia en azul de la vida contemporánea norteamericana", como se ha dado en llamar a este libro, es, pese a su aspecto aparectemente confuso, una obra prolija como un mosaico de dibujos y arabescos precisos. Libro de intenso "lirismo", es al mismo tiempo, la epopeya de una gran ciudad y la "saga" de una generación, de esa que ha vivido entre los dos momentos culminantes de este siglo: el que precedió y siguió a la gran guerra. Multitud de ex soldados que no hallaron en la contienda las emociones que soñaron. Armados, instruídos, preparados para la lucha mediante una propaganda admirable, volvieron a su patria sin haber tomado, muchos de ellos, parte en ninguna batalla, y lo que es aún peor, encontrándose desplazados en su propio país.
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Del Prólogo de Max Dickman
I. EMBARCADERO
Tres gaviotas giran sobre las cajas rotas, las cáscaras de naranja, los repollos podridos que flotan entre los tablones astillados de la valla. Las olas verdes espumajean bajo la redonda proa del "ferry" que, arrastrado por la marea, hiende el agua, resbala, atraca lentamente al embarcadero. Manubrios que dan vueltas con un tintineo de cadenas, puertas que se levantan, pies que saltan a tierra. Hombres y mujeres entran a empellones en el maloliente túnel de madera, apretujándose y estrujándose, como las manzanas al caer del saetín a la prensa.
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John Dos Passos Manhatttan Transfer
Y ahora ya eres dueño del Puente de Brooklyn
DUEÑO de Brooklyn, mi amor,
quiero en mi puente sabertecapitana de la muerte
al timón de mi dolor.
Aquí, del palo mayor
del barco/ciudad varado,
verás un cuerpo colgado
como una extraña bandera
que sólo a tu viento espera,
muerto, fiel y enamorado.
Javier Egea
20.4.81
20.4.81
El Puente de Brooklyn (conocido inicialmente como "Puente de Nueva York y Brooklyn") une los barrios de Manhattan y Brooklyn en la ciudad de Nueva York. Fue construido entre 1870 y 1883 y, en el momento de su inauguración era el puente colgante más grande del mundo (mide 1825 metros de largo, y la luz entre pilas es de 486.3 metros, record de luz hasta que en 1889 se construye el Forth Bridge, con una luz máxima de 521 m.). También fue el primero suspendido mediante cables de acero. Desde entonces, se ha convertido en uno de los símbolos más reconocibles de Nueva York. [...]
es. wikipedia.org/wiki/Puente de Brooklyn
es. wikipedia.org/wiki/Puente de Brooklyn
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